Es
interesante descubrir que Walt Disney se basó para realizar sus películas en
cuentos populares europeos recopilados en su mayoría por los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen. Sin embargo,
Disney no siempre fue fiel a la narración original, y censuró, adaptó o directamente
omitió muchas partes por ser demasiado crueles.
Las versiones originales hablan
de forma explícita sobre la muerte, el dolor, la violencia, la venganza y en las
que los finales felices brillan por su ausencia. De tal forma, podemos ver que el
cuento original de La Sirenita (Andersen:
1837), la protagonista no sufre la metamorfosis humana para casarse con el
hombre al que ama, si no que el príncipe se casa con otra mujer, y la Sirenita
se lanza al mar, donde se convierte en espuma. De la misma manera que en la primera
versión de La Bella Durmiente (Giambattista
Basile: Sol, luna y Talía, 1636), ésta
no despierta del sueño eterno gracias al beso del príncipe, sino de los codazos de sus gemelos
recién nacidos; sorprendente, ¿verdad? Por otro lado, Disney también modificó el
cuento Blancanieves y los siete enanitos,
ya que en la versión de los hermanos Grimm (1857), Blancanieves no revive
gracias al beso del príncipe, sino a que logra expulsar de su garganta el
trocito de manzana que se la había quedado atascado. Además, nos muestra a un
protagonista masculino rencoroso y vengativo: debido al mal trato que Blancanieves
recibía por parte de la Reina, éste manda confeccionar un par de zapatos de
hierro que son calentados al fuego y ordena a la reina ponérselos durante un
baile. Ésta baila con ellos hasta caer muerta.
Sabiendo
ahora todo esto, me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si Walt Disney hubiera
seguido fielmente las versiones originales de los cuentos? ¿Veríamos la
venganza y la crueldad como algo normal? ¿Seguiríamos soñando con la idea del
príncipe azul? ¿De qué manera nos hubieran afectado los finales no felices?
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