Brujas sin escoba, princesas sin corona: GAUGUIN y el viaje a lo exótico (Jenny Pastrián)

Paul Gauguin

Eugene Henri Paul Gauguin nació en París en junio de 1848 y falleció en Autona (Islas Marquesas) en mayo de 1903.

Huérfano de padre, pasó su infancia entre Paris y Lima. No tenía un gran interés por los estudios y por ello se fue a los 17 años a Río de Janeiro y los años siguientes los pasó viajando alrededor del mundo. Después de unos años, trabajó en París como agente de bolsa, alternándolo con la pintura y el coleccionismo de arte. En el año 1882, cuando tenía 34 años, dejó Francia, abandonando a su mujer y a sus cuatro hijos por la pintura. Durante los años posteriores, vivió en varias ciudades como Ruán y Copenhague.

Gauguin tuvo influencias de Camille Pissarro, Emile Bernard, los hermanos Van Gogh, entre otros. En 1887 viajó a la isla de Martinica donde se aleja del Impresionismo y toma contacto con el Exotismo. Visitó Pont-Aven en Bretaña. Al año siguiente vendió su colección de pinturas impresionistas, estando cada vez más forzado por la necesidad de ganarse la vida, y decide marcharse a Tahití en el año 1891.

Una frese de Gauguin era: "solo quiero crear un arte sencillo, para ello necesito empaparme de naturaleza virgen, no ver nada más que salvajes".

Sin embargo, a su llegada a Papeete no encontró el paraíso perdido que había imaginado: la influencia occidental era muy fuerte en la isla y, tras cambiar varias veces de residencia y sufrir varias enfermedades, decidió volver a Francia en 1893. Su regreso tampoco respondió a sus expectativas, ya que las pinturas y esculturas realizadas en Tahití no recibieron demasiada atención. Consecuentemente por la falta de dinero y decepcionado Gauguin decidió abandonar de manera definitiva el país en 1895. Tras unos años de muy poca actividad artística en Tahití, se instaló en 1901 en Hiva Oa, en las Islas Marquesas, donde finalmente encontró una civilización primitiva y no contaminada por Occidente en la que inspirarse y, a pesar de sus problemas de salud, realizó con entusiasmo las últimas obras de su vida.

En sus obras se ve el interés por los paisajes y los desnudos muy audaces para la época por su rusticidad y colorido rotundo, evita el modelado y las sombras (siendo opuesto a la pintura burguesa y esteticista de la cultura occidental). Finalmente, se le considera un pintor post-impresionista.

Hoy en día están expuestos en el Museo Thyssen-Bornemisza y hasta el 13 de enero una gran cantidad de obras de este artista, pero no solo hay suyas, también hay obras de otros pintores que compartieron varias similitudes que son: el viaje a otras culturas como vía de escape de la civilización o la concepción moderna de lo exótico y sus vinculaciones con la etnografía. Los pintores que acompañan a Gauguin son Henri Rousseau, Ernst Ludwig Kirchner, Kandinsky, Paul Klee, etc.

Muchacha con abanico, 1902
Óleo sobre lienzo, 92x73 cm

De este pintor, la obra que más ha llamado mi atención a sido "muchacha con abanico" del año 1902. Refleja a una chica llamada Tohotaua, que es la mujer de un amigo suyo.

Es un estudio a partir de una fotografía, la cual se puede ver más abajo. En el cuadro se ve a una joven chica sentada en una gran silla con un abanico blanco en su mano derecha (símbolo de distinción en la Polinesia). Muestra su pecho desnudo y un vestido blanco, sin embargo, en la fotografía no está desnuda. Los colores suaves y cálidos caracterizan esta escena, en la que la figura de la joven está sobre un fondo neutro realizado en colores ocres y naranjas, destacando el color del pelo y la piel tostada de la chica, contrastándose con el color blanco del vestido y del abanico. Esta obra está expuesta habitualmente en el Museum Folkwang, Essen, Deutschland. Aunque estos días, hasta el 13 de enero, se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza.