Anton Van Dyck (Amberes, 1599-Londres, 1641), fue un
pintor barroco de estilo flamenco cuyas
obras abarcan temas muy diversos: retratos, escenas bíblicas históricas y
mitológicas.
Desde muy temprana edad (10 años) inicia su aprendizaje
pictórico. Desde 1618 es maestro independiente y empieza a colaborar en el taller
de Rubens; fue su discípulo y asimiló la técnica y parte de su estilo.
Viajó durante toda su vida por las principales capitales
europeas precursoras de la pintura: Amberes, Italia y Londres.
Es nombrado Pintor de la Corte de Amberes, y allí inicia
su importante carrera de retratista que alterna con encargos religiosos
inspirados en Rubens y Tiziano. En 1632 recibe una importante oferta de Carlos
I de Inglaterra por lo que se traslada a Londres, donde continúa haciendo retratos.
Al morir Rubens, en 1640, se le propone que continúe los encargos que Felipe IV
había hecho, pero al no llegar a un acuerdo, regresa a Londres, donde fallecerá
en 1641.
En cuanto a la técnica que utilizaban los pintores flamencos era la siguiente: sobre una tabla pintaban de color blanco y encima de color amarillo, de esta forma conseguían que la luminosidad emergiera del propio cuadro. Podemos observarlo en el retrato del propio artista.
En cuanto a la técnica que utilizaban los pintores flamencos era la siguiente: sobre una tabla pintaban de color blanco y encima de color amarillo, de esta forma conseguían que la luminosidad emergiera del propio cuadro. Podemos observarlo en el retrato del propio artista.
En la exposición del museo del Prado, se incluyen 50
pinturas y 42 dibujos. Podemos observar cuadros como Cristo en la cruz a cuestas, La
serpiente de metal o Sansón y Dalila.
Sus obras destacan por la precisión en representar las
expresiones de las figuras, y por
utilizar composiciones en forma circular, especialmente en las obras con temas
religiosos.
Era un gran conocedor del cuerpo humano, siendo capaz de
plasmar los músculos, nervios y pliegues de la piel con una gran minuciosidad y
realismo.
De todas las obras que he visto, me ha llamado la atención la denominada “Estudio de cabeza de hombre”. Se trata de un retrato de un hombre mayor, en dos posiciones diferentes. Si observamos con atención, podemos ver el realismo de las facciones, la expresión, los surcos de la piel y el sudor que parece caer de su frente. Van Dyck utilizó el rostro de este hombre para realizar varias de sus obras.
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