miércoles, 14 de noviembre de 2012

Joan Miró. El ala de la alondra aureolada de azul de oro llega al corazón de una amapola adormilada sobre el prado engalanado de diamantes. (Marian Roales)

            El 20 de abril de 1893, a las 9 de la noche, nace Joan Miró Ferrá en el nº 4 del pasaje del Crèdit en Barcelona. Su padre, Miquel Miró Adzerías, hijo de un herrero de Cornudella, es orfebre y relojero. Su madre, Dolors Ferrà Oromí, es hija de un ebanista de Palma de Mallorca.
            El 25 de diciembre de 1983 Joan Miró fallece en Palma de Mallorca. Es enterrado en el cementerio de Montjuïc de Barcelona.



El ala de la alondra aureolada de azul de oro llega al corazón de una amapola adormilada sobre el prado engalanado de diamantes, 1967

Óleo sobre tela. 195x130 cm.

Depósito Gallery K.AG



            En la página de la Fundación Joan Miró, que recomiendo visitar, podemos leer esta sorprendente descripción sobre el cuadro:

            Pocas pinturas ofrecen una idea más ajustada de la voluntad de Miró de "lograr la máxima intensidad con el mínimo de medios" que la titulada El ala de la alondra aureolada de azul de oro llega al corazón de la amapola adormilada sobre el prado engalanado de diamantes.
            El paisaje, referido de manera directa o tangencial, constituye el escenario conceptual de la mayor parte de la producción mironiana. Aquí, a pesar de que el título sugiere una vez más ese tema, el formato no es horizontal, que es el estándar para una pintura de este tipo. Pero tampoco el cuadro es una transposición literal de los componentes que se mencionan, sino una realidad autónoma con leyes internas propias.
            Defino esta descripción como sorprendente (para mi, por supuesto) porque, probablemente debido a mi incipiente relación con el mundo del arte, me cuesta ver en esta obra su verdadero sentido.

            Generalmente se asocia a Miró con el surrealismo abstracto, sin embargo, el artista pasó tanto tiempo cambiando que es prácticamente imposible encajarle en un solo estilo de producción artística. Su propio estilo, donde la figura humana es representada por formas en equilibrio y líneas representativas, tomó forma pronto, mientras que su uso del color y del tema tendían a depender de su estado de ánimo, que se vio profundamente afectado por los turbulentos eventos políticos que vivió.
  •   He elegido un cuadro de Joan Miró, porque se basa en la imaginación y los sueños, rasgos característicos de los niños de la etapa de Infantil, y por el uso que hace del color en sus obras: utiliza pocos colores y básicos así como trazos sencillos y abstractos; por todo ello pienso que puede ser de su interés y que sería un trabajo perfecto para realizar en un aula y aproximar a los niños al maravilloso mundo del arte.
  • He elegido este en concreto porque resultaría sencillo trabajar con él con niños de infantil. Aún cuando no dominen la pinza y no puedan realizarlo con pincel, se podría pintar con las manos y los dedos y pegar gomets para los círculos. 

            Miró utiliza en este cuadro los tres elementos mínimos de la imagen de forma sencilla. Divide el plano en dos, a los que caracteriza de diferente color y tamaño, mediante una única línea negra. En cada uno de ellos sitúa dos puntos concéntricos, aunque los que representan a la alondra, azul y negro, se estiran para convertirse en un óvalo.
            Los colores utilizados son cuatro, los tres primarios y uno secundario (el verde). El prado y la amapola son, además, complementarios, por lo que el punto que representa la flor destaca aún más.

            Muchos colegios trabajan con Joan Miró, y así podemos verlo en sus blogs. Si os interesa llevarlo a la práctica, aquí dejo los enlaces para que veáis su trabajo.

Así como un rápido recorrido por algunos de sus cuadros que serían todos ellos, sin duda, perfectos para trabajar en clase.

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