Hace cuatro días caminaba yo por la
calle detrás de una madre y sus dos hijas; venían del colegio.
La mayor tendría unos 10 años y tiraba
de su mochila de princesas (esto últimamente despierta mi atención) ; la
pequeña, de unos 4 años, corría como loca por la acera levantando su mano en la
que llevaba, para mis ojos de adulto, el papel de las ofertas de un supermercado.
Sin embargo la niña estaba volando un avión; lo depositaba en el suelo y
gritaba: ¡pasajeros, vamos a despegar!. Acto seguido el avión despegaba
lentamente y realizaba un sinfín de piruetas en el aire.
Mientras tanto la otra niña y su
madre reían. Entonces la hermana dijo: A ver cuándo creces, que eso no es un
avión ni es nada. Entonces la madre le quitó el papel y lo tiró, eso sí, al
contenedor azul.
Yo, ante la frase de la hermana
mayor, me estaba preguntando en qué momento, entre los 4 y los 10 años, la
imaginación de un niño comienza a ser un estorbo y hay que sustituirla por la
realidad únicamente observable. Entonces la madre con su gesto me lo aclaró:
antes de terminar Infantil; cuando su niña llegue a Primaria ya vivirá en el
mundo real. Qué triste, ¿no?
Esa situación me hizo recordar un
video que había visto hacía un tiempo en La2 de TVE y me fui a la página web a
buscarlo.
Todo él es enormemente interesante
y, a continuación, esbozaré un pequeño resumen, pero el momento concreto que
vino a mi memoria al ver a esta niña con su avión, se encuentra en el minuto
11:15.
Todos tenemos la capacidad de imaginar y de crear,
todo el mundo tiene facultades creativas, lo que ocurre es que las tenemos que
desarrollar. Hemos de aprender a ser creativos de la misma forma que tenemos
que aprender a leer; y para ello existen cuatro ingredientes básicos:
- Escoger nuestro elemento, aquello que más nos motiva.
- Pasión, el motor que mueve nuestras vidas y el mundo en que vivimos.
- Esfuerzo y disciplina para ir mejorando y controlando el elemento.
- Riesgo: Hay que lanzarse, aunque, en ocasiones, salga mal.
Sobre la creatividad existen muchas ideas erróneas:
- Creer que todo se basa en dejarse ir, que ser creativo es hacer cualquier cosa que se te pase por la cabeza. Sin embargo la creatividad es un proceso para tener ideas originales que aporten valor, es un proceso material para el que hay que adquirir destreza y práctica
- Creer que la creatividad se limita a personas especiales, pero en realidad todo el mundo puede serlo; tiene que aprender a serlo.
- Pensar que no se puede hacer nada al respecto. Pero se puede hacer mucho y se debería hacer en la escuela, pero también en el mundo empresarial y en la vida cotidiana y se debería enseñar tan meticulosamente como se enseña a leer o las matemáticas.
"Todos tenemos talento si sabemos descubrirlo". Ken Robinson
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